Selección de Poemas
*
Mi cuerpo cuelga de las letras
como armadura en llamas
Arranco sílabas a mi boca
Juego de niño sentenciado
adinivino palabras
escribo silencios
Interrogante que busca una salida
Presencia de otro fuego
Cada palabra es un disparo a la muerte
Rompe su placenta
Es dolor
Destino
Llanto que sube desde el centro
Desesperada sed
La palabra
*
La palabra es fuego
Arde o se extingue
Tened un morbo piadoso
no vayàis de rodillas culpándome
El condenado soy yo
*
Campanadas
Pájaros en vuelo
alcanzados por la muerte
Fuego el gemido
Alea jacta est
Arena de una playa devastada
es la vida
Y nosotros lloramos
sobre un plantío
devorado por el fuego
Sólo en la memoria
todas las cosas tienen nombre
Ella enlaza su condena
a un esqueleto mayor
que es el tiempo
Vivir
sólo para que nuestros dolores
no cambien de dueño
*
Morir como palabra desgranada
sílaba ausente del poema
morir entre paréntesis
(circular como la luna)
Morir y permanecer
Una alcoba vacía
ausente de deseo
No hay quejas ni sueños
el cuerpo es la cruz
En un rincón de sí mismo
arde el inmolado
*
Desnudos nacemos
La palabra urde nuestra vestidura
*
Dentro de mi osamenta
un condenado
respira el último sollozo
Escapa un grito
y no eres sino el eco del grito
que irrumpe alado
en la pequeñez de un cuerpo
Cáliz sagrado
ese dolor que se propaga
en la consumación del primer llanto
En el pozo del recuerdo
Caen los desahuciados del futuro
Busco su huella
en el viento o el fuego
Nadie sabe mi nombre
Eres nuevo Lázaro
sangre
huesos
rota sepultura
Nadie sabrá
de qué oscura muerte te redimes
Pez
Horizonte
Hendidura frutal
Nascencia
Delirio
Olas tragadas por el fuego
Fuego en los rincones de la memoria
El cuerpo
el huérfano
el perseguido
el despojado
después del goce
a merced del vacío
En lo íntimo
sin leño ni ventisca
la hoguera expande su pulmón de fuego
El hombre es sólo
una cosecha de cenizas
***
© Alejandra Ziebrecht